El Govern planifica la temporada turística de 2020 en base a una proyección que sitúa el reinicio de la actividad turística para el mes de agosto a un 25% respecto a 2019 y que de septiembre a diciembre se situaría en un 50%. Ese sería el escenario intermedio y más realista de los tres modelos hipotéticos en los que trabaja la Conselleria de Modelo Económico, Turismo y Trabajo que dirige Iago Negueruela.
El conseller ya anunció la pasada semana que la previsión era la de un reinicio «moderado» en agosto con pequeños incrementos en los meses siguientes, según la proyección con más visos de materializarse. En este caso el impacto en el Producto Interior Bruto (PIB) balear sería del 19,6% y del 16,3% en la ocupación.
Por otra parte, si se cumplen estas previsiones el gasto turístico del global del año acabaría siendo de un 20,3% respecto al de 2019, que se situó en 16.510 millones de euros entre turistas extranjeros y nacionales. Es decir, que el sector turístico habría generado unos dividendos de 3.350 millones de euros a final de diciembre, una cantidad ligeramente menor a la que se facturó en los cinco primeros meses de 2019 (3.640 millones de euros hasta el 31 de mayo).
Por islas, el mayor impacto en cuanto a reducción del PIB y de la ocupación sería en las Pitiusas, con bajadas del 36,5% y el 33,9%, respectivamente. Mallorca y Menorca se situarían en unos niveles sobre el 30% en el PIBy el 28% en la ocupación. La caída del PIB, como ya se dijo, sería de 9.273 millones de euros (-31,6%), mientras que los puestos de trabajo destruidos rondarían los 147.700 (-29,2%).